Dulce terroncito de azúcar; Relaciones de Blue.

Pequeño terrón de azúcar, esa es Blue. Serena como el cielo azul una mañana de verano, soleado y sin una nube que pueda interrumpir el paso de los rayos dorados. Ella es el mismo sol que alumbra desde arriba, que calienta, que sonríe y que vela por todos y cada uno a los que alcanza a toca. Ella es la princesa del cuento infinito, tan dulce como lo es el azúcar, la niña que no quiso crecer y que siguió siendo tan adorable como cuando las dos infantiles coletas adornaban su cabeza, ese cabello negro como el carbón. Es la estrella que se esconde cuando llega el nuevo día, brilla en la oscuridad de la noche con una sonrisa infinita. Blue lo es todo y no es nada a la vez. Una bella flor, como esas que tanto le gustan, dedicada a lo que de verdad ama por encima de todas las cosas que son los niños, adorables, sonrientes, ella, sin más. La morena es cordial, la morena es agradecida, ella es la mejor persona que ha pisado la tierra jamás. Es dulce, es cariñosa, es un verdadero amor y el mundo está orgulloso de su paso por todo aquello que ay está corrupto. Es el hada de los niños, es el amor de todo hombre que se precie, ella es la hija ejemplar, la novia perfecta y la mejor amiga. Un caramelo de fresa, de cereza. Es el terrón en el café por la mañana, con esa sonrisa capaz de iluminar la oscura de las habitaciones Blue es el sueño de una romántica madrugada primaveral. Una risa tintineante que se clavará en ti para no desaparecer jamás. ¿Blue siempre está feliz? Pase lo que pase ella siempre es feliz, sabe que en el mundo sólo hay una cosa que deba hacer, ver felices a los demás, gracias a ella. Es un ángel, sí, Blue es un ángel.

Con un temor profundo a amar, la chica perfecta de los cuentos de hadas, la princesa encantada teme a todo hombre que se le pueda acercar. Aún así, lejos de atacar, insultar, agredir, se dedica a agachar la cabeza y sonrojarse cada vez que un hombre decide hablar con ella, dirigirle la palabra. Blue tiembla, se pone nerviosa y sonríe como una tonta, porque no quiere amar, y sabe que ellos la obligan a eso. Virgen, su miedo a los varones jamás la dejó ni siquiera besarle, no, Blue no sabe lo que es un primer beso, pero, no os confundáis, sabe perfectamente lo que es el amor. La morena, tan preciosa como enamoradiza regalará su corazón aunque el receptor no llegue a saberlo nunca, ella amará, en un bendito secreto que jamás será revelado a nadie. Sueña con su amor, día tras día, cuando se enamora, y aún siendo una maldita enamoradiza, lo hace de verdad. Se vuelve tímida e insegura, no se cree capaz de ser amada y aún así ella es la mejor persona que el mundo, la misma sociedad y Dios se dignaron a crear jamás. Quizá es empalagosa, y es que no te diré que no, dulce hasta ese mismo puto puede llegar a ser, pero, ten en cuenta que su corazón es el más grande que jamás puedas encontrar. Blue es un sueño, una musa, es la claridad en un día oscuro y nublado, ese sol que alumbra las mañanas, cuando hace frío y no quieres salir. Es la alegría, la sonrisa, es el amor aunque ella se niegue a quererlo. Lo da todo por amor, aún sin haber tenido pareja nunca lo ha hecho, detalles anónimos y suspiros a media noche. Es un bollo recién hecho en la panadería, es sólo eso.

Amiga de sus amigos y de los que no lo son también. Completamente altruista, hace las cosas porque las siente y no porque se las tengan que mandar. Acostumbrada a servir a los demás suele tener poco tiempo para ella misma. Siempre ha sido de alguna manera "esclavizada" si es que se puede llamar así. El mundo le ha pedido y ella ha dado sin haber recibido absolutamente nada a cambio, muchos se enfadarían, los demás se indignarían, cambiarían, a Blue no le importa, ella es feliz si los demás son felices. Llámala tonta, ella sólo sonreirá y se marchará después de despedirse con una pulida educación. Es la muñeca frágil, a la que no tocas por temor a ver como se desintegra. La princesa es vulnerable en todos los aspectos. Nunca te dirá una mala palabra, y su amabilidad será casi abrumadora. Sus poros destilan amor, un amor que nunca tuvo y que ahora ella misma se ve obligada a darle a los demás. Dar, dar y dar, sin importar lo demás. El ángel de la guarda de muchos, de demasiados me atrevería a decir. Celeste, la niña que ama y que amará al mundo pese a todo, la que no cree que existan realmente personas malas, la que es dulce y cariñosa, la que quiere abrazos y necesita palabras de aliento para levantarse cuando se hunde. La muñeca que tienes miedo de romper con sólo soplarle suavemente. Esa es Blue, y es que con sólo mirarla es demasiado predecible, un cordero metido en una cueva repleta de hienas. Pequeño terroncito de azúcar, querida Blue.