Let's get things straight. I'm not. "Relaciones de Safo de Lesbos"

Safo fue una gran poetisa nacida en la isla de Lesbos en Grecia. Ella nunca temió proclamar a los cuatro vientos e incluso a los Dioses su gran amor hacia las mujeres. Jamás se sintió avergonzada de ese hecho y es por eso que Alfhild se decidió por ese nombre. Safo es una chica que no teme a ser criticada por tener gustos diferentes a los demás. Siempre se ha declarado una fiel amante de la belleza y sobre todo de las féminas. En realidad Safo es un hombre atrapado en un cuerpo de mujer, un hombre extremadamente grosero y vulgar, hasta llega a ser despreciable. Si alguna chica odia a los hombres debe odiarla también porque ella no es 'hembra' es un 'macho' con toda la extensión de la palabra y su significado. Cuando ve a una chica guapa no puede evitar soltarle uno que otro piropo y comportarse como hombre, como sus hermanos le enseñaron a comportarse. No teme meter mano a ninguna y considera amar a todas aquellas que son sus amigas.

Desde pequeña solía jugar con carritos y vestirse como niño, así que la mayoría de la gente pensaba que lo era. Solía levantar las faldas de las niñitas y hacerlas llorar, se peleaba con chicos mayores que ella; escupía y se rascaba como un hombre, caminaba como uno y hablaba como uno. Empezaron a llamarle marimacho e incluso a tratarla como una más de ellos. Jamás tuvo amigas mujeres, es más, le aburrían sus pláticas sobre chicos, ropa, accesorios y demás. Disfrutaba más de la adrenalina y de hablar sobre coches, motocicletas y demás. Veía a sus hermanos con chicas y ella lo intentó, no le disgustó, así que lo tomó como propio y se declaró homosexual de manera abierta y decidida. Ama con todo el corazón, sólo que de manera equivocada.

Ella es el pez que nada a contracorriente. Si le dices que algo está mal o que no está acostumbrado hacerse entonces lo intenta sólo para que te des cuenta de que a ella jamás se le dice que algo es imposible. Molesta e incordia a todos los que puede, le gusta ver cómo la gente se desgañita por estar molestos mientras ella se ríe de ello. ¿De qué sirve enojarse? El que se enoja pierde y ella no será la que lo haga, ciertamente no. Se burla, te incita a enojarte más, mete el dedo en la yaga hasta el fondo, no poco a poco. Es todo o nada y ella apuesta para ganar, no para ver qué le deparará la suerte. Evasiva si algo no le agrada. Tanto es así que ha decidido alejarse de los hombres porque piensa que no pueden ser tratados como más que simples compañeros de parranda, los únicos que son la excepción son sus hermanos y ya los ha olvidado.

Amante de las apuestas y de arriesgar para ganar. El que no arriesga no gana y ella lo aplica de manera literal. Demasiado avariciosa para su propio bien; al parecer los tiempos de pobreza han quedado escritos en ella de manera inconsciente y es capaz de hacer lo que sea para obtener lo que quiere. No tiene límites escritos ni tampoco vergüenza. Bien podría ser prostituta y no importarle, lástima que no sea muy afin a los hombres en cuanto a mantener ese tipo de relaciones con ellos. Una mujer –o chica– con demasiada chispa como para que alguien sea capaz de apagarla; jamás te aburrirás con ella, siempre tiene un as bajo la manga, ya sea para divertir a los demás o para no aburrirse ella misma.

¿Pena? Eso no existe en su vocabulario y mucho menos cuando se trata del amor. Ella se considera una chica con un corazón de apartamento ya que dice amar a demasiadas chicas a la vez. Si desea a alguien se lo dice, si se le hace atractiva también, si la ama no dudará en hacérselo saber y en robarle un beso. Una romántica sin remedio. Regala rosas, poemas, joyas –robadas– y todo tipo de cosas para que su musa –o musas– se mantengan junto a ella. Celosa como una fiera, si algo le pertenece nadie más puede tocarlo. Protege todo lo que cree que es suyo y lo hace con puños y patadas, sin importarle nada. Sin duda alguna un especímen completamente diferente. Una chica que se resguarda en su homosexualidad falsa para justificar su manera de ser. Una chica que tiene demasiados miedos como para poder admitirlo abiertamente. A pesar de ser heterosexual quisiera ser hombre y poder ser tratada de igual manera que los demás, sin ser juzgada por cómo se ve y actúa. Una simple chica que ha confundido que el ser hombre o ser mujer está delimitado por cómo nos comportamos. Simplemente un hombre homosexual atrapado en el cuerpo de una chica.