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| Entre neblinas que se escampan juntos a sus pasos, los de ella {Dusk} | |
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Niké Morey - Agua
Nombre real : Virginia I. Doyle Mensajes : 34 Puntos : 41 Fecha de inscripción : 26/01/2011
| Tema: Entre neblinas que se escampan juntos a sus pasos, los de ella {Dusk} Dom Ene 30, 2011 8:33 am | |
| Ya podía sentir el viento en su cara y el recorrer del agua casi en su piel si se atreviese por un segundo a tocarla. Niké se sentía libre cuando el mundo la dejaba ser libre. Solía salir, a estanques, arroyo y cualquier lugar que pudiese tener agua con el simple objetivo de mejorarse como Morey. Siempre le había fascinado tener el control sobre un poder como aquel que era el agua. Disfrutaba de sobre manera manejandola a su antojo, congelandola y lanzandola hacia cualquier enemigo que se atreviese a plantarle cara. Estaba claro que aquello no era más que un maldito juego pero a ella le servía siempre como ayuda para evadirse de la realidad, algo que tenía muy en cuenta. Su realidad, la de una mujer cruel, despiadada, que no se dejaba llevar por nada más que por su agresivo instinto. Niké, que arrasaba por allí por donde pasaba para poder conseguir la victoria pase lo que pase. "El fin justifica los medios" los suyos siempre son justificados con esto. SIempre hacía cualquier cosa por obtener la victoria y es que pocas veces había perdido y las que lo había hecho había sido a conciencia e incluso disfrutando de la derrota, saboreandola para poder ganar más tarde. Niké, que carece de sentimientos y de corazón, o eso dicen, ya se encontraba a la orilla de aquel arroyo y ya conseguía hacer que pequeñas gotas de aquella helada agua se elevaran con un suave movimiento de manos que las llevaba de un lado para otro, suavemente. Una sonrisa ladeada se dibujó en su rostro. El agua, la hacía más poderosa aún.
La que no había amado, jamás, o quizá sí. Allí estaba Niké, divorciada y metida en un juego que borraba la memoria de aquellos los que se adentraban en él, allí estaba, tan helada como aquella agua que manejaba, dejándose llevar por el poder que le proporcionaba poder controlar aquel elemento, tan rebelde como tentador, y ella tenía en sus manos la fuerza para moverlo y modificarlo a su misma merced. Cerró los ojos y más tarde se sentó en aquella orilla quitándose los zapatos para poder sentir el agua entre los dedos de sus pies. La sensación de relajación era completa y total y aún así la tensión de Niké seguía presente estuviese donde estuviese. Ella nunca había sido una buena mujer, la codicia y la ambición la habían cegado, la envidia la había comido por completo y ahora sólo veía por el poder y la misma victoria. El amor había entrado en su vida como un soplo de aire y se había ido como eso mismo. Una experiencia más que desagradable que sólo había conseguido convertirla en una persona mucho más fría de lo que en un momento fue. Respiró de nuevo profundamente y se tocó el cabello con la punta de los dedos para, más tarde, elevar con sus manos una cascada de agua pequeña y congelarla, observando como el hielo caía, chocando contra el agua y mojandola levemente. | |
| | | Dusk Armes - Armas
Nombre real : Tommy D. Cahill Mensajes : 41 Puntos : 49 Fecha de inscripción : 25/01/2011
| Tema: Re: Entre neblinas que se escampan juntos a sus pasos, los de ella {Dusk} Dom Ene 30, 2011 10:41 am | |
| Los toscos dedos engrasados del hombre, garbeaban con precisión el arma restaurada que se encontraba sobre sus rodillas dobladas cual estatua de Rodin; el AK-47, un modelo antiguo de fusil capaz de recorrer un trayecto de setecientos metros en un segundo. Lo suficiente para que la cabeza del enemigo no fuera encontrada jamás. Carraspeó para aclararse la voz o, más bien, para rememorar el sonido de la misma, puesto que había pasado más de siete horas en un silencio taciturno, encerrado en aquel garaje de olor cinético capaz de nublarte la vista. Dejó el arma encima de su mesa de trabajo, repleta de piezas y manuales incapaces de ser terminados de leer. Dusk se irguió de aquella vetusta silla de madera, mientras que su espalda crugía de forma estrépita debido a las horas que le llevó a permanecer en posición fetal. Entrecerró los ojos y su frente se engurruñó en cuanto la luz que se colaba por el ventanal polvoriento se topó con su rostro amodorrado. Sus rosados labios dejaron escapar una palabra malsonante a la par que sacudía sus embarradas manos por sus tejanos desgastados. Salió por la puerta de acero, no sin antes atenazar de forma brusca su abrigo marronoso con el paquete de cigarrillos dentro de uno de los bolsillos de éste, y su pequeña arma de calibre veintidós.
"Otra vez". Pensó internamente. Instante en el que se tomaba vía libre para pisar el pedal de aquel antiguo trasto a fondo, dejando atrás la ciudad de Eron. Aquellas imágenes borrosas habían asaltado de nuevo su mente como si se propusieran hacerle enloquecer. Fuese como fuere, lo estaban consiguiendo. Apenas discernía los sueños de la realidad, las imágenes de las voces... Apretó los labios y su ceño volvió a fruncirse, componiendo una mueca de confusión. Sujetó el volante con una mano, dejándose de formalismos banales y, se paseó la otra por su varonil rostro, compuesto por una barba dejada un par de semanas adrede, que endurecían sus facciones. ¿Cuánto llevaba en la carretera?, ¿minutos?, ¿horas? Las pupilas azuladas del hombre se centraron en el final de la carretera, precisamente allí donde ésta terminaba. Frenó a medio camino. El vehículo se sacudió frenéticamente como si de un caballo chúcaro se tratase. Se encontraba en Nerú. Allí donde el verde alforaba. Allí donde precisaba de la calma que deseaba. Se adentró en el bosque, en busca del arroyo del que tanto se hablaba. Caminó con torpeza por el terreno, apoyándose con sus grandes manazas sobre el tronco de los árboles; álamos, fresnos y follajes rotos congregados sobre una ligerísima eminencia del terreno; feroz tenacidad vegetal.
Salió de toda aquella alameda y se encontró con el arroyo. Pero sus inquietos ojos se posaron en la figura femenina que también se hallaba en el paraje vegetal. Observó a su enemiga en pleno acto de maestría de los poderes que poseía, en silencio. Como un animal que observa a su presa para atacarla por sorpresa. Pero este lugar se había convertido en el terreno de la rubia le fastidiara o no. Y él no ansiaba convertirse en la presa. Las botas militares se incrustaron en las miles de piedrecitas húmedas que se encontraban en la orilla del arroyo, captando la atención de la mujer. Siguió acercándose hasta ella lentamente, sin pronunciar palabra, hasta detenerse de repente y enfocar su mirada en los ojos de ésta, desafiante y con intenciones muy poco benévolas. Impactó sus botas contra el agua con fuerza, como si se tratara de un balón, elevándo el líquido hacia su dirección con la intención de empaparla. Con la pretensión de ver qué será capaz de hacer. Dusk, por su parte, mantuvo los sentidos en alerta por si trataba de hacerle alguna jugarreta como la de cambiar el trayecto del agua y enviársela de ofrenda. | |
| | | Niké Morey - Agua
Nombre real : Virginia I. Doyle Mensajes : 34 Puntos : 41 Fecha de inscripción : 26/01/2011
| Tema: Re: Entre neblinas que se escampan juntos a sus pasos, los de ella {Dusk} Lun Ene 31, 2011 2:22 pm | |
| Su mirada seguía clavada en el agua que ahora había elevando, la fatiga empezaba ha hacer acto de presencia y era algo que odiaba. Gruñó suavemente y dejó de nuevo el agua en su lugar volviendo a elevar suaves gotas con gran maestría. Niké adoraba esos poderes que sólo aquel juego había podido darle, aquellos que en la vida real jamás tendría y que allí la hacían poderosa. Una sonrisa ladeada se pintó en su rostro mientras se mantenía sentada y con la mirada perdida en el mismo horizonte. No se tuvo ni siquiera que dar la vuelta para darse cuenta de quien había llegado a perturbar su paz. Te odio, susurró en su mente mientras cerraba sus ojos para concentrarse en elevar de nuevo el agua esta vez en gran masa, sabía perfectamente que no se iba a quedar quita, él lo sabía. Su ropa peligraba, iba a quedar completamente empapada como aquel ex-recluso decidiera divertirse a su costa, aún no sabía con quien jugaba y el fuego quemaba, en este caso, el agua también lo hacía si decidía convertirla en hielo y incrustarla en el cuerpo fuerte y atractivo de Dusk.
Sus manos se movieron y colocaron sobre el varón la gran masa de agua sujeta aparentemente por aquellos finos hilos invisibles que le daban poder a la rubia. - Deja de hacer el idiota o acabas empapado. - amenazó, su mirada dura intentaba penetrar en aquel hombre, tan seco y a la vez tan irresponsable. Un gruñido salió de los labios de Niké que se dedicó a dejar que sus zafiros se clavasen en él una y otra vez apartándose con cuidado, tendiendo el agua para que no cayese sobre él sin permiso. Le odiaba, desde el primer momento en que lo vio le odiaba. Dusk era un idiota, eso era algo que había tenido claro la rubia desde un estúpido principio en el que tuvo que toparse con él. Le mataría con sus propias manos si no dejase demasiados cabos sueltos por el camino. La verdadera pregunta era ¿Por qué le odiaba? La respuesta jamás había salido a la luz y le daba incluso temor afrontarla. ¿Por qué es un idiota o por qué te pone demasiado burra? Hablando en plata. - En realidad... empapado estarías mucho más sexy. - sentenció esta vez con una sonrisa ladina en su rostro, una mirada pícara y esos modales de los que solía carecer cuando bien quería, esas connotaciones sexuales que solía buscarle a todo, en realidad, sólo quería divertirse. | |
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| Tema: Re: Entre neblinas que se escampan juntos a sus pasos, los de ella {Dusk} | |
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| | | | Entre neblinas que se escampan juntos a sus pasos, los de ella {Dusk} | |
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